Delicioso Pollo a la Francese en Salsa de Vino Blanco
Prepara un exquisito Pollo a la Francese en una cremosa salsa de vino blanco y sorprende a tus invitados con este clásico de la cocina italoamericana
El Pollo a la Francese es una deliciosa receta que combina pechugas de pollo finamente empanizadas con una salsa cremosa de vino blanco, creando un platillo perfecto para una ocasión especial.
Disfruta de un Clásico Italiano Americano: Pollo a la Francese
El Pollo a la Francese no es ni francés ni italiano, aunque su nombre podría sugerirlo. Es, en realidad, un clásico de la cocina italoamericana, popular en restaurantes de este estilo, especialmente en los Estados Unidos.
Su origen se remonta a los inmigrantes italianos que adaptaron recetas europeas al gusto americano. La receta destaca por su simplicidad y sabor, convirtiéndola en una opción perfecta, tanto para un almuerzo de fin de semana con la familia como para una cena elegante con amigos.
Este plato se prepara con pechugas de pollo finamente golpeadas, para asegurar una cocción uniforme y tierna. Luego, se empanizan en una mezcla de huevo y queso parmesano, lo que les da una textura dorada y crujiente.
Finalmente, se cocinan en una deliciosa salsa de vino blanco, que añade un toque de sofisticación al plato. A menudo se sirve acompañado de vegetales frescos, como espárragos al vapor o una ensalada de rúcula, que complementan la cremosidad y riqueza de la salsa, creando una experiencia culinaria equilibrada y refinada.
Tiempo Activo: 50 mins | Tiempo Total: 1 hr y 10 min | Porciones: 4 |
Receta de Pollo a la Francese
Ingredientes:
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel (aproximadamente 170 gramos cada una)
- 1 cucharadita de sal kosher
- 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 2 huevos grandes
- 2 cucharadas de queso Parmigiano-Reggiano rallado
- 1 taza de harina de trigo
- Aceite vegetal para freír
- 3 cucharadas de mantequilla sin sal, divididas
- 2 cucharaditas de ajo picado
- 1 taza de vino blanco seco
- 4 tazas de caldo de pollo bajo en sodio
- 1 1/3 tazas de crema de leche espesa
- 1 limón Meyer o limón regular, cortado en 8 rodajas finas, sin semillas
- 1/4 taza de perejil fresco picado, más un poco más para decorar
Preparación Paso a Paso
- Preparar el pollo: Coloca cada pechuga de pollo entre dos hojas de papel film y golpea suavemente con un mazo para carne, hasta que tenga un grosor de 1.5 cm. Sazona con sal y pimienta al gusto.
- Preparar la mezcla de empanizado: En un recipiente, bate los huevos junto con el queso Parmigiano-Reggiano. Coloca la harina en un plato hondo aparte.
- Freír el pollo: Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Pasa las pechugas de pollo por la harina, sacudiendo el exceso, luego sumérgelas en la mezcla de huevo y fríelas hasta que estén doradas por ambos lados, aproximadamente 4 minutos por lado. Coloca las pechugas en un plato con papel absorbente, para eliminar el exceso de aceite.
- Preparar la salsa: Desecha el aceite de la sartén y límpiala. Derrite 2 cucharadas de mantequilla a fuego medio y añade el ajo, cocinando por 30 segundos hasta que esté fragante. Agrega el vino blanco y lleva a ebullición, reduciendo a la mitad su volumen. Incorpora el caldo de pollo y cocina a fuego alto hasta reducir nuevamente a la mitad. Finalmente, añade la crema de leche y deja hervir a fuego medio hasta que espese, unos 10 minutos.
- Caramelizar el limón: En una sartén pequeña, derrite la cucharada de mantequilla restante a fuego medio y coloca las rodajas de limón en una sola capa. Cocina sin moverlas hasta que estén caramelizadas en los bordes, de 5 a 8 minutos.
- Finalizar el plato: Añade el perejil a la salsa de crema y baja el fuego a medio-bajo. Coloca las pechugas de pollo en la sartén con la salsa y calienta durante 2 minutos. Sirve el pollo con la salsa por encima, decorando con las rodajas de limón caramelizadas y un poco más de perejil fresco.
El Pollo a la Francese es una excelente opción para sorprender a tus comensales, con un plato que equilibra la simplicidad de la preparación con un sabor exquisito y sofisticado.
Acompañado de una ensalada de rúcula fresca o espárragos al vapor, este plato se convierte en una experiencia gastronómica completa y memorable. ¡Atrévete a prepararlo y disfruta de la fusión perfecta de sabores!